Conquest #24 – Sepultado hacia la batalla

Hola a todos!

El vigésimo cuarto fascículo nos trae en portada a un Dreadnought, parte del cual acompaña al fascículo. Y como puntos de interés nos mencionan, aprende sobre los Dreadnoughts, descubre los Helbrutes de la Death Guard y emocionantes misiones nuevas.

Empecemos por la Narrativa.

En esta ocasión, gran parte del fascículo está dedicado a los Dreadnoughts.

Los Space Marines heridos de muerte se les suele apartar de la batalla para dejar que mueran con dignidad. Algunos, sin embargo, muestran un deseo de luchar excepcional. En lugar de dejarlos morir, los sepultan en un Dreadnought para que puedan seguir combatiendo a los muchos enemigos del Imperium.

El piloto es implantado quirúrgicamente en un sarcófago Dreadnought. Una vez allí, el piloto nunca es retirado de la maquinaria que lo sustenta. El enlace entre el Space Marine y el sistema del sarcófago existirá durante el resto de la vida del guerrero. Los Dreadnoughts más antiguos han servido al Imperium durante miles de años.

Debido a que son reliquias viva de su Capítulo, las amplias cámaras que contienen los Dreadnoughts del Capítulo son santuarios sagrados. Los Techmarines cuidan de los Dreadnoughts con gran afecto, atendiendo las necesidades de hombre y maquina.

Los Primaris Space Marines no son la única adición nueva a las fuerzas de los Adeptus Astartes. Los Redemptor Dreadnoughts son mucho más grandes, potentes y están mejor diseñados que los anteriores Dreadnoughts. Estas máquinas de guerra gigantes reducen a los enemigos a astillas de hueso y tripas. Un guerrero sepultado en un Redemptor Dreadnought puede controlar su máquina a niveles de destreza y velocidad sorprendente, pero la experiencia los agota rápidamente. Los potentes sistemas de un Redemptor Dreadnought matarán al piloto con el tiempo.

El equipo de un Redemptor Dreadnought puede variar entre una gama de armas diferentes, incluyendo cañones de plasma gigantes, lanzacohetes, lanzallamas y cañones gatling mortíferos. Estas armas son de las más avanzadas en los ejércitos del Imperium

Continuamos con los Hellbrutes. Estos son las versiones retorcidas por el Chaos de los Dreadnoughts. Un Chaos Space Marine tullido yace en el interior de esta repugnante combinación de carne y metal. Son una visión común entre los Chaos Space Marines, aunque el dolor y el horror de esta experiencia vuelve locos a la mayoría de Hellbrutes. Buscan acabar con su sufrimiento mediante la destrucción en batalla.

¡Baal bajo asedio!

«Baal, el planeta natal de los Blood Angels, se encontraba asediado bajo una enorme armada de naves Tyranid. Se arremolinaba en los cielos y ocultaba las estrellas. Los Blood Angels contaban con una fuerza de combate de tamaño y fuerza increíbles, pero seguían siendo demasiado pocos.

La batalla duró muchos días y poco a poco las fuerzas de los Blood Angels iban menguando. Cada soldado caído era un golpe terrible, en cambio por cada criatura Tyranid muerta era reemplazada por otras diez. La situación era tan dura que habían despertado la fuerza completa de Dreadnoughts para defender lo que quedaba de Baal.

Los Dreadnoughts combatieron con toda su habilidad y furia, luchando hombro con hombro, sin descansar ni un momento. Su presencia y ejemplo inspiraron a los Blood Angels que luchaban junto a ellos. Sin embargo no era suficiente.

Los Tyranids comenzaron a enviar monstruos cada vez más grandes y viles en un intento de superar a los tercos héroes de Baal. Poco a poco los venerables Dreadnoughts empezaron a caer, hasta que solo quedaron cuatro en pie, recitando las letanías y lemas de su capítulos mientras se preparaban para al fin morir cumpliendo su deber.

Por suerte para los defensores, la salvación estaba al alcance. Los Ultramarines a las órdenes de Roboute Guilliman habían llegado. En solo unos minutos tras la llegada de los Ultramarines, el curso de la batalla cambió gracias a la ayuda de los Redemptor Dreadnoughts. Comenzaron a disparar a los invasores con cañones pesados gatling y con haces de energía sobrecalentada de sus macroincineradores de plasma. Hordas de Tyranids cayeron por su mano.

La armada de Ultramarines destrozó dos bionaves en órbita y cuando los cielos se despejaron y amaneció sobre Baal, la lucha comenzó a acercarse al fin. La base del Arx Angelicum estaba rodeada por una montaña de Tyranids muertos, pero la fortaleza siguió en pie gracias a los esfuerzos combinados de los Blood Angels y los Ultramarines.»

Pasamos a Cómo Montar, nos enseñan cómo montar al Dreadnought. Pero, al venir en este fascículo la primera parte, solo podremos avanzar un poco y esperar al siguiente.

En esta ocasión, al ser la primera parte del Dreadnought, no nos viene guía de pintura.

Un saludo y hasta pronto!!

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